La ficción que no amaban a las mujeres (y no las conocía…)

EN EL CORAZÓN DEL BOSQUE, de Jean Hegland.

¡¡Este libro me ha encantado!!
Te lo resumo: En un mundo apocalíptico sin electricidad, gasolina, medicamentos,… Nell y Eva, de 17 y 18 años, siguen viviendo en el hogar familiar, enclavado en el bosque, a pesar de que la catástrofe se ha llevado a sus padres.
Conservan alimentos para sobrevivir, así como sus pasiones, el ballet y la lectura. Sin embargo, frente a lo desconocido, tendrán que aprender a vivir de forma diferente y confiar en el bosque que las rodea, repleto de riquezas.

Todo ok, maravilloso y genial, peeeeero….. hay una cosa que te voy a destripar porque no me ha gustado nada. En el libro hay una violación y estoy cansada de que después de que este abuso, las mujeres de las pelis o los libros se queden embarazadas. ¡¡Y encima se romantiza esta agresión y tras esto, la mujer quiere tener al bebé porque de repente le nace un amor infinito hacia esa criatura!! 

Me parece un gesto muy absurdo y me da rabia, en primer lugar porque sabemos (o deberíamos saber) que las mujeres solo somos fértiles uno o dos días al mes. Ya es casualidad que por un solo polvo, nos toque preñarnos de nuestro violador. Me parece insultante que se desarrolle así la historia solo por meter chicha y cotilleo en la trama. Y en segundo lugar, me parece muy superficial pensar que las madres generamos un vínculo automático hacia nuestros bebés, aunque su «padre» sea un puto violador. 

Me ofende que se tome a la ligera este tema, que se romantice una violación y que la conclusión final de la mujer abusada sea: «Me han violado pero tengo a mi amado bebé conmigo«. Frivolizan un episodio traumático y NUNCA la solución es el aborto. Nunca hay rechazo hacia esa criatura y siempre la mujer decide entregarse y cuidar por encima de todo dolor.

Basta ya, las mujeres no cuidamos pase lo que pase, también decidimos abortar, tras una violación o no. Dejen de idealizar las violaciones y sus consecuencias, no es ninguna tontería y las mujeres no soportamos todo, aunque el puñetero sistema así lo crea.

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