PARTO INDUCIDO VS PARTO ESPONTÁNEO

El parto se inicia con una etapa de “pródromos” muy inespecífica que no tiene un patrón común en todas las gestantes. Se caracteriza por la aparición de contracciones de leves a moderadas a veces muy seguidas o a veces separadas cada 10 minutos y casi siempre por la noche. Este malestar hace que muchas mujeres acudan a la urgencia de obstetricia hospitalaria para que alguien les confirme si ya están de parto. 

En este punto es muy útil detenerse un tiempo para empatizar con los sentimientos de la mujer. Además de enfrentarse a algo completamente desconocido suelen temer por el bienestar el bebé y no es nada raro encontrar un entorno impotente que sirve de poca ayuda para sostener ese cansancio. Es fácil entender entonces q las mujeres entren en una espiral que las sobrepasa y su percepción dolorosa se torne a una auténtica tortura. 

Para que el parto se considere en una fase activa las contracciones uterinas han de ser todas muy semejantes en frecuencia e intensidad y que se hayan mantenido así al menos un par de horas. El riesgo de ingresar precozmente es que el parto no haya terminado de lanzarse y una vez dentro del paritorio entramos en horas de descuento. Es decir, un parto no debería durar más 8-12 horas, pero si el ritmo de las contracciones aún no es suficiente entonces hay que intervenir médicamente poniendo oxitocina sintética y/o rompiendo la bolsa amniótica. 

Cada vez están más normalizados estos procedimientos sin tener en cuenta que esto es una auténtica inducción de parto, lo que supone alterar por completo la fisiología perdiendo el control de un proceso hasta ese momento absolutamente normal. No queremos ser conscientes de ello, pero cuando se propone una inducción médica se debe firmar anticipadamente un consentimiento informado sobre los riesgos y beneficios. Pues bien, en estos casos de ingreso precoz en el parto por alivio de dolor las mujeres están corriendo la misma suerte. No quiero culpabilizar a nadie por estas decisiones que son tomadas bajo el condicionamiento de un dolor que se vive de forma insoportable y un estado de agotamiento físico, pero lo que quiero recalcar es que esto no está exento de consecuencias obstétricas. 

La fase inicial es una de las partes más duras de sobrellevar por las gestantes porque se hace interminable, incomprensible, inaguantable…y así con todas las in- que podamos imaginar, in-cluyendo que es in-negable que no hay ninguna embarazada eternamente, a todas les llega su momento para parir. 

Integrar estas primeras contracciones dentro de la rutina habitual es una buena estrategia para sobrellevarla. Igualmente hay que optimizar la energía de modo que si por la noche no ha podido descansar lo suficiente puede intentarlo durante el día con pequeñas siestas.  

Hace décadas nuestras madres iban a la maternidad para parir. Hoy en día nosotras vamos a que nos quiten el dolor del parto y aunque esto puede llegar a parecerse, no debe confundirse porque por mucha relación que le veamos a la contracción con el dolor, no sólo es eso.  Contracción también es movimiento, vocalización, respiración, presión, fuerza…y un largo etc que no corresponde describir aquí. 

No olvidemos que el sufrimiento es una percepción subjetiva del dolor, el cual si es inherente en la vida de toda persona y como tal tiene una función para garantizar la supervivencia de la especie. No siempre lo más conveniente es ocultarlo o esconderlo, si no encontrar la manera de entenderlo y sobrellevarlo. 

Deja un comentario