A pesar de la cantidad de información con la que contamos hoy en día, no es raro que las madres se planteen dudas básicas sobre lactancia materna y se pongan en entredicho, incluso antes de que haya llegado el momento.
Al margen de las acciones socioeconómicas protagonizadas por las farmaceúticas que han denostado la leche de madre durante décadas, actualmente tenemos carencia absoluta de referentes directos en nuestro día a día que nos faciliten el aprendizaje por mera observación, es decir, no podemos aprender de la carne ajena porque entre la escasa natalidad, las bajas tasas de lactancia a partir de los 6 meses y lo poco que las madres dan el pecho en público, la asimilación de este conocimiento se reduce a la experiencia personal que otras mujeres nos verbalizan.
Escribimos este post para reflexionar acerca de algunos mitos para que las madres puedan sentirse mínimamente seguras y decir no sólo “lo voy a intentar”, si no también “he decidido lactar”.
“No veo que tenga leche”
¡Pues es muy lógico! El estómago del recién nacido los primeros días es del tamaño de una canica, por eso la madre produce muy poca cantidad de calostro, pero este es de un altísimo valor para el recién nacido. Es muy rico en proteínas e inmunoglobulinas, lo que se asemeja a la 1ª vacuna, dado que dentro del útero el bebé vive en un ambiente estéril y necesita empezar a protegerse.
La leche se produce a partir de la 16 semana de embarazo y a partir de las 25 semanas puede extraerse, como así se consigue en muchas unidades de prematuros.
Al ser tan escaso y denso por su composición su extracción no es sencilla, apenas se consiguen sacar unas gotitas. Lo más práctico es sacarlo con la mano, dado que si utilizamos el sacaleches, la mitad se va a quedar en las tubuladuras y…decepción máxima!!!lo más habitual es que sólo salgan unas gotitas…No obstante, como las comparaciones son odiosas, a algunas madres les fluye algo antes del parto o en los primeros días posparto y las que no, que suelen ser la mayoría, se preocupan y cuestionan. La experiencia siempre es un grado, por lo que suele verse calostro en el periodo periparto cuando se ha lactado anteriormente.
En definitiva, salvo contadas ocasiones, todas las madres están preparadas para dar un alimento a su hijx que le permita sobrevivir, sin embargo, esto no significa que siempre podamos verlo, por lo menos al principio.
La primera consigna mágica de la lactancia es que “no hay que ver para CREER” y a partir de aquí empezamos a rodar…
¿Cuánto come al darle el pecho? ¿Cómo sé si come suficiente?
¡¡La eterna duda!! Nunca vamos a saber la cantidad que exacta que ingiere nuestrx bebé. Cuándo el recién nacido suelte el pecho será que ya tiene bastante. En caso de que siga alerta y “buscando” podemos ofrecerle el otro pecho para que termine de saciarse o relajarse.
Hay algunas madres que prueban con sacaleches para “ver” que la cantidad es suficiente, ¡esto no funciona! La máquina más eficaz de extracción es nuestro bebé. Su aspecto, comportamiento, las cacas, pises, etc son las formas que tenemos de confirmar que todo marcha según lo previsto.
Mi bebé llora y mama cada poco, yo creo que se queda con hambre…
Lxs bebés lloran por muchos motivos no solo porque estén hambrientos.Pueden tener sed, frío, gases, están manchados o se sienten solos. Lo que está claro es que lo que mejor conocen y más seguridad les aporta es su madre y por extensión, el pecho materno. Ante la pregunta de ¿por qué llora el recién nacido? la primera opción es ofrecérselo. El calor, el olor y la succión les va a calmar y además se llevan un aporte nutritivo aunque no fuera su intención.
Segunda consigna…¡Los bebés no saben hablar!
“Te utiliza de chupete”
Lxs recién nacidxs a veces maman porque necesitan contacto, consuelo y seguridad, sentir “mimitos”. Dado que llevan 9 meses en la barriga de su madre no podemos esperar que en pocas semanas no nos echen de menos. Es lo que en neonatología se llama “succión no nutritiva”, es decir, maman pero sin la intención de comer.
La realidad es que el chupete se inventó para aquellxs bebés que no podían tener a sus madres cerca o que sus madres estaban ocupadas en otras tareas.
Tercera consigan.. “no es el que la teta sea un chupete, sino que el que tiene un chupete es porque no tiene teta”.
*No es recomendable usar tetinas/biberón mínimo durante el primer mes, pueden dificultar el establecimiento de la lactancia por “confusión” en nuestrx bebé: los mecanismos de succión son muy diferentes.

Si se chupa las manos tiene hambre.
Podría ser pero no necesariamente.
Justo después de nacer, dejándoles piel con piel y en un ambiente tranquilo, lxs bebés inician unos “movimientos” hacia el pecho, así llegan hasta el pezón y empiezan a mamar. En ese “camino” babean, expulsan flemas (restos de líquido amniótico), chupan la piel de la madre y van metiéndose los puños en la boca. Ésto lo hacen porque ese olor les recuerda a su ambiente seguro (el útero) y porque en sus manitas quedan restos de líquido amniótico que resulta que sabe y huele como el calostro. Este reflejo de succión les ayuda en su viaje hasta el pecho, pero no lo hacen porque estén hambrientxs, ¡¡están ensayando!!. Los bebés están bien nutridos hasta el momento en que se corta el cordón, que deja de estar unido a la placenta, el órgano hasta entonces, encargado de alimentar y oxigenar constantemente al niñx.
Quiere estar en brazos todo el rato ¿no se acostumbrará a los brazos?
Antes del nacimiento, nuestras criaturas están en un ambiente líquido, caliente, oscuro, con un sonido amortiguado y muy flexionados pues tienen que acomodarse al poco espacio. Muchos bebés cuando nacen se sienten incómodos en las cunas dónde tienen gran espacio para moverse. Es más, puede decirse que tienen miedo porque su percepción es de abandono. Los recién nacidos requieren adaptarse al nuevo ambiente de forma progresiva. Ellos esperan un entorno lo más parecido al anterior, es lo que llamamos “exterogestación” y necesitan estar cerca de cuerpos humanos para sentir la contención. Lxs bebés no son plenamente conscientes de su entorno social hasta los 3-4 meses de vida.
Digamos que con esto, ocurre lo mismo que con el chupete…¡los bebés están acostumbrados a estar en el útero, no en brazos!
Seguro que tiene sed, ¿puedo darle agua?
No, entre el 80-90% de la composición de la leche es agua, por lo que si lxs recién nacidos tienen sed hay que darles pecho. La recomendación de lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses cumplidos es extensiva para todo tipo de alimentos: agua, zumos, frutas, papillas sin gluten, etc. ¡Si hay ola de calor, entonces más teta!
Para descansar por las noches solo le ofrezco de día.
¡Cagada nacional! Las succiones nocturnas de nuestros bebes producen picos de prolactina, la hormona encargada de iniciar la producción de la leche. Se ha demostrado que estas tomas son indispensables para que las mamas durante el día siguiente estén en pleno rendimiento. Es muy común encontrar bajada en la producción de leche en aquellas madres que introducen biberones por la noche para que los bebés aguanten más durmiendo.
Si pretendemos facilitar el descanso materno hay que elaborar otras estrategias, por ej: Las madres pueden aprovechar cuando el niño duerme para echarse “minisiestas”.
“Tengo miedo de que se ahogue mamando”
Tercera consigna…”los bebés nacen porque quieren vivir”. Para poder mamar de forma eficaz (extracción de leche sin dolor) el niñx tiene que estar muy pegado y alineado con la madre. Tanto que a veces parece que se van a ahogar, pero no es así.
Los recién nacidos nacen con una nariz cortita muy “chata” lo que les permite perfectamente acoplarse al seno redondo. Si escuchamos atentamente les oiremos respirar. No olvidemos que los niños se mueven por instintos y reflejos y si no pueden hacerlo se soltarán. Durante las tomas, si es necesario ajustar la posición de la cabeza del niñx y/o sujetarla, lo recomendable es hacerlo desde la nuca, así le será fácil retirarse si lo necesita. si aún así estás muy agobiada porque crees que no respira entonces separa tu pecho ligeramente por encima de la areola, si lo hacemos muy cerca del pezón sin querer se lo sacamos de la boca…
No se pueden tomar fármacos durante la lactancia.
No es cierto. Todavía existe mucho desconocimiento por parte de los profesionales lo que aumenta el riesgo de una retirada de lactancia mal indicada. La mayoría de los medicamentos son seguros y excepto en contados casos, hay alternativas. Si hay duda, así como con infusiones, alimentos, minerales, etc, puede consultarse su seguridad en la página de uso público e-lactancia.org o con un profesional asesor en lactancia.
Esto aplica a las visitas al dentista, uso de contrastes, etc.
Estoy lactando a mi hijx mayor y estoy embarazada ¿es peligroso para el/la bebé?
Todavía hay mucho desconocimiento y es común escuchar que es conveniente suspender la lactancia del hijx /la mayor por riesgo de aborto o porque puede producir contracciones.
En un embarazo de bajo riesgo mantener la lactancia no es un impedimento para el correcto desarrollo del mismo dado que el útero no tiene suficientes receptores de oxitocina hasta el tercer trimestre, especialmente a partir de la 37 semana de gestación, por lo que aunque haya excreción de oxitocina por la succión del niño no va a haber contracciones efectivas de parto.
Si se decide por la lactancia en tándem hay que saber que el cuerpo produce leche suficiente para ambos hijos aunque la prioridad siempre será cubrir las necesidades del recién nacido. El nuevo embarazo cambiará el sabor y la cantidad de la leche, de forma que esta puede resultar extraña para el hijo mayor. No es infrecuente que debido a estos cambios los hermanos mayores se desteten espontáneamente.
En un embarazo de bajo riesgo el útero no tiene receptores de oxitocina suficientes hasta la semana 37 como para empezar a contraerse rítmicamente, por lo que la lactancia en tándem (dar pecho a mayor y bebé) no es un impedimiento para que el embarazo se desarrolle con normalidad.
Algunas ventajas de esta es que los primeros días de puerperio la lactancia se hace más sencilla, dado que el calostro es más fácil de extraer y la ingurgitación mamaria es más progresiva dado que el hijo mayor puede ayudar a descongestionar el pecho en caso de que el bebé no consiga vaciarlo completamente.
Si se decide por ella hay que saber que el cuerpo produce leche suficiente para ambos hijos aunque la prioridad siempre serán las necesidades del recién nacido. El nuevo embarazo cambiará el sabor y la cantidad de la leche, de forma que esta puede resultar extraña para el mayor. No es infrecuente que debido a estos cambios los hermanos mayores se desteten espontáneamente.
A mi hijo anterior le di sólo unos meses porque me quedé sin leche.
Uff…aquí pasó algo que no supimos atender a tiempo…porque se calcula que el ser humano estaría programado para lactar hasta aproximadamente los 6 años, aunque mucho antes esté preparado para ingerir otros alimentos. Por este motivo es extraño quedarse sin leche antes del primer año de vida del bebé. Sin embargo, algunos factores físicos y en su mayoría socioculturales sí pueden hacer que la producción disminuya.
Cuarta consigna…La biología no ha previsto que las madres tengan que separarse de sus hijos a las 16 semanas de vida, ni que alimentemos a través de tetinas, por ejemplo.
En la mayoría de los casos una asesoría de lactancia que valore la situación soluciona la mayor parte de estos problemas.
A algunas mujeres nos condicionan los cambios que sufre la mama pasados varios meses lactando. Es habitual encontrar unos pechos menos turgentes o más caídos que pueden hacer pensar que son menos capaces de producir. Podría ser lógico pensar que unas mamas menos llenas junto con un niño que cada vez necesita menos cantidad de leche llevaría a producir una leche más escasa y menos nutritiva. Sin embargo, recientes análisis de laboratorio han demostrado que la leche materna va cambiando en composición y cantidad según el niñx crece. Quinta consigna…lejos de ser leche “desnatada” es más acertado una “mantequilla”.
Esto es lo que justifica que la OMS la recomiende hasta los 2 años prolongándola hasta que la madre y/o el niño se desteten.

Tengo el pecho pequeño/pezones planos…. Seguro tengo problemas con la lactancia.
Ni el tamaño del pecho ni la forma de los pezones es determinante para la lactancia (salvo muy contadas ocasiones). La estimulación de nuestrx bebé durante la succión es sobre la areola, no sobre el pezón, de ahí la importancia en conseguir un buen agarre.
Claramente no quiere mi pecho, lo rechaza.
Quinta consigna…Los bebés no rechazan a su madre ni a su pecho, ¡su vida depende de ello!.
Puede ocurrir que por molestias, cansancio, exceso de estímulos, etc de la impresión que el bebe “nos o se aparta”. Hacer un enganche profundo y eficiente resulta de un aprendizaje para la diada que requiere un esfuerzo. Al principio los niñxs no saben agarrarse de la areola y por eso se sueltan, lloran y cabecean. En este sentido, hay que tener paciencia y tratar de calmarle en piel con piel para probar un poco más tarde hasta que se consiga un enganche eficaz en el que el niño coja la areola y no sólo el pezón, que es la opción más fácil pero más incómoda para la madre e improductiva para la lactancia.
Hay que ofrecer cada 3 horas.
El bebé come a demanda, es decir, cada vez que quiere. Podría parecer “mucho” o “muchas veces” pero sus estómagos son pequeños y la leche se digiere deprisa. Eso sí, nos tenemos que asegurar, sobre todo al principio, que no pasan demasiadas horas entre tomas (esto es más frecuente por las noches). Si está adormilado y/o no pide, como adultos tenemos que asegurar un mínimo. Habitualmente 8-12 toma/día es lo normal, de las cuales 2-3 son nocturnas. Hasta que se regula el ritmo puede ser buena idea ponerse una alarma. Ojo a los bebés “muy tranquilos” que tanto gustan.
“La demanda” hay que supervisarla.
Evito determinados alimentos por si le sientan mal.
La madre debe comer bien y variado.
Ciertamente los alimentos y algunos medicamentos pueden cambiar ligeramente el sabor de la leche, pero esto es precisamente lo que la convierte en un elemento dinámico, cambiante, lo que no resulta con la leche de fórmula que siempre tiene el mismo sabor. Imaginemos lo que sería para un adulto estar comiendo durante 3-6 meses un único plato. Precisamente esta propiedad dinámica de la lactancia materna es la que contribuye a que los bebés se acostumbren a los diferentes sabores y olores de los alimentos.
Con respecto a los alimentos más flatulentos pueden evitarse por la madre, pero no por el bebé. Los gases en los lactantes aparecen por distintos motivos que nada tienen que ver con el tipo de alimentación materna.
Las alergias e intolerancias suelen dar señales muy diferentes y evidentes, eso es otra cosa.A pesar de la cantidad de información con la que contamos hoy en día, no es raro que las madres se planteen dudas básicas sobre lactancia materna y se pongan en entredicho, incluso antes de que haya llegado el momento.
Al margen de las acciones socioeconómicas protagonizadas por las farmaceúticas que han denostado la leche de madre durante décadas, actualmente tenemos carencia absoluta de referentes directos en nuestro día a día que nos faciliten el aprendizaje por mera observación, es decir, no podemos aprender de la carne ajena porque entre la escasa natalidad, las bajas tasas de lactancia a partir de los 6 meses y lo poco que las madres dan el pecho en público, la asimilación de este conocimiento se reduce a la experiencia personal que otras mujeres nos verbalizan.
Escribimos este post para reflexionar acerca de algunos mitos para que las madres puedan sentirse mínimamente seguras y decir no sólo “lo voy a intentar”, si no también “he decidido lactar”.
Me han dicho que dar teta provoca caries.
Si el bebé tiene dientes, en realidad la lactancia materna será “protectora” de la caries, dado que facilita el correcto desarrollo de la cavidad oral, estructura ósea, musculatura peribucal, desarrollo óptimo de la mandíbula, etc.
Lo ideal es iniciar la higiene de los dientes desde que aparecen los primeros, sea leche de madre o no.
Si el niño es mayor y tiene caries hay que valorar el caso y otros factores como por ejemplo ingesta de otros alimentos (caramelos, azúcar, miel, cacao, etc) o la higiene bucal (incluso después de las tomas).
Ofrezco siempre los dos pechos en cada toma.
Lo importante es asegurarse de vaciar cada pecho para asegurar que el/la lactante adquiere la parte grasa de la leche que es la que queda al final de la toma. Si después de acabar uno pide más, le pasamos al otro hasta que decida parar.
Duermen mejor con biberón.
Las digestiones con leche de fórmula son más pesadas que con leche materna es por eso que después de comer quedan mucho más adormilados. La leche materna se digiere más fácilmente y también más rápido. En ausencia de problemas, el bebé duerme lo que necesita sin ayudas.
Si tengo un parto por cesárea tendré más problemas con la lactancia.
Una intervención como la cesárea puede alterar la fisiología de la lactancia dado que la transición hormonal puede ser distinta. Esto junto con factores como el estrés, mayor hemorragia, medicación durante la cirugía, el propio dolor de la herida o la separación de la diada pueden retrasar la aparición de la leche de transición.
Todo esto puede complicar la instauración de la lactancia, pero no significa que tras una cesárea no pueda darse el pecho, dado que el paso fisiológico que desencadena el inicio de la lactancia es el desprendimiento de la placenta y esto va a ocurrir si o si después de cualquier nacimiento.
Para reducir este el impacto, una medida que ha demostrado su eficacia es facilitar el contacto piel con piel entre la madre y bebé cuando se nace por cesárea de igual forma que este procedimiento se respeta y facilita cuando se nace por parto vaginal.
¿Cómo cuido mi pecho?
Durante todo el embarazo el pecho se prepara para lactar engrosando las glándulas periareolares y aumentado su capacidad de lubricación. No es necesario aplicar ninguna pomada y en caso de que al principio haya un incremento de la sensibilidad puede ser útil aplicar un gota de aceite de oliva sobre la punta del pezón.
Los senos deben lavarse con agua y jabón con el aseo normal diario. No es necesario lavarse antes de cada toma.
¿¿Lactancia materna como método anticonceptivo??
Sí hay evidencia de que protege frente a otro embarazo, dado que las hormonas de lactancia inhiben la ovulación. No obstante, deben cumplirse ciertos requisitos. Esto es lo que se conoce como método MELA: lactante de menos de 6 meses, alimentación exclusiva con leche materna y no aparición de sangrado vaginal en la madre en los primeros 6 meses tras el parto.
Si alguno de estos 3 criterios no se cumplen no puede garantizarse y es recomendable la utilización de otro método anticonceptivo.
El pecho se estropea después de la lactancia.
La lactancia materna cambia la forma del pecho, pero no sólo ella, si no también el embarazo, dado que durante 9 meses la glándula mamaria se va desarrollando para estar preparada en el momento del nacimiento.
¿Con prótesis se puede lactar?
Depende de la cirugía y de que la madre quiera probar. En cualquier caso se puede sostener la lactancia con una sola mama.
Esperamos haberos servido de ayuda en desmitificar muchas creencias injustificadas que lejos de dar conocimiento genera dudas para hacer lo que todas las mujeres y bebés estamos preparadxs simplemente por el hecho de serlo.
